Las mejores zonas de Bali para un viaje de 7 días

Bali es un sitio espectacular, una isla de más de 5.000 kilómetros cuadrados que a veces puede confundir, pues a pesar de que la distancia de norte a sur y de este a oeste es relativamente corta, las pocas carreteras que existen y especialmente cuando cruzan ciudades pobladas, pueden hacer que pases horas para llegar de un punto a otro y regresar.

Por eso, es importante planificar dónde y qué quieres visitar de Bali, pues dependiendo de si quieres ver el auténtico ambiente balinés mezclado con la cultura turístico y digital nomad, hacer surf, ver cascadas, arrozales, delfines, hacer rutas de los templos más importantes, estar en islas paradisiacas… tendrás que elegir entre Ubud, Uluwatu, Tegalalang, Lovina, Candidasa, Canggu o incluso las Islas Gili, aunque estas últimas pertenecen a Lombok.

Ubud: el corazón cultural de Bali

Ubud es el corazón cultural y espiritual de Bali, rodeado de arrozales en terrazas, selvas y templos que parecen detenidos en el tiempo. Este encantador pueblo es famoso por su vibrante escena artística, sus mercados llenos de artesanía local y su atmósfera bohemia que atrae tanto a viajeros en busca de inspiración como a amantes del bienestar. Entre sus imprescindibles están el Monkey Forest, el Palacio Real y las galerías de arte que muestran el alma creativa balinesa.

Además de su riqueza cultural, Ubud es un paraíso para quienes buscan experiencias de relajación y conexión interior. Sus múltiples centros de yoga, spas y retiros de meditación lo convierten en un destino ideal para una escapada transformadora. La oferta gastronómica también sorprende, con restaurantes que fusionan cocina tradicional y propuestas internacionales en entornos rodeados de naturaleza.


A beautiful aerial view of the Blue point beach in Bali Indonesia

Uluwatu: templos, surf y puestas de sol de ensueño

Uluwatu, en el extremo sur de Bali, es sinónimo de playas paradisíacas, acantilados impresionantes y uno de los templos más icónicos de la isla: el Pura Luhur Uluwatu. Este santuario, situado al borde de un precipicio, ofrece puestas de sol inolvidables y el famoso espectáculo de danza Kecak al atardecer. Las vistas panorámicas y la atmósfera mística lo convierten en una parada obligatoria para quienes buscan capturar la esencia del sur balinés.

La zona es también un paraíso para surfistas, con olas legendarias como Padang Padang o Bingin Beach. Los beach clubs frente al mar, la gastronomía con sabor a mar y el ambiente relajado hacen que Uluwatu sea perfecto para combinar aventura y descanso. Su mezcla de naturaleza salvaje y sofisticación lo sitúa entre los destinos más exclusivos de Bali.


Terrazas de Tegalalang

Tegalalang: las terrazas de arroz más famosas de Bali

Tegalalang es célebre por sus icónicas terrazas de arroz, un paisaje que se ha convertido en símbolo visual de la isla. Ubicado a pocos kilómetros de Ubud, este valle ofrece una estampa verde vibrante que se extiende hasta donde alcanza la vista. Pasear entre los arrozales, conocer a los agricultores locales y disfrutar de un café balinés en una terraza panorámica es unap experiencia imprescindible para los amantes de la naturaleza y la fotografía.

Más allá de su belleza escénica, Tegalalang es un ejemplo vivo de la tradición agrícola balinesa y del sistema de riego subak, reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La zona también ofrece actividades como columpios gigantes y tirolinas que permiten disfrutar del paisaje desde otra perspectiva, atrayendo tanto a aventureros como a viajeros en busca de la foto perfecta.


Lovina: delfines y playas de arena negra en el norte de Bali

Lovina, en la costa norte de Bali, es conocida por su ambiente tranquilo y sus playas de arena negra volcánica. Lejos del bullicio del sur, este destino es ideal para quienes buscan una experiencia más relajada y auténtica. Uno de sus mayores atractivos es el avistamiento de delfines al amanecer, una excursión mágica que combina mar, fauna y paisajes únicos.

Además de su vida marina, Lovina cuenta con aguas calmadas perfectas para el esnórquel y el buceo. Sus alrededores ofrecen cascadas escondidas, aguas termales y templos menos transitados, lo que permite explorar un Bali más íntimo y natural. La hospitalidad local y el ritmo pausado convierten a Lovina en un refugio para desconectar y reconectar con la esencia de la isla.


Candidasa: tranquilidad y cultura en la costa este

Candidasa, en la costa este de Bali, es un punto de partida perfecto para descubrir un lado más sereno y tradicional de la isla. Con sus playas bordeadas de palmeras y un mar turquesa que invita a nadar, este enclave costero es ideal para relajarse y disfrutar de la serenidad del entorno. También es un lugar estratégico para visitar el Water Palace de Taman Ujung y el histórico pueblo de Tenganan.

A nivel marino, Candidasa es apreciada por sus zonas de buceo y esnórquel, donde arrecifes y fauna tropical ofrecen un espectáculo colorido bajo el agua. La gastronomía local, basada en pescados frescos y recetas tradicionales balinesas, añade un atractivo extra para quienes buscan una experiencia sensorial completa.


Canggu: surf, gastronomía y vida cosmopolita

Canggu es el epicentro del estilo de vida moderno en Bali, combinando playas perfectas para el surf con una escena gastronómica y de ocio en constante ebullición. Conocido por sus beach clubs, cafés de diseño y mercados creativos, este destino atrae tanto a nómadas digitales como a viajeros que buscan un ambiente joven y cosmopolita. Echo Beach y Batu Bolong son dos de sus playas más populares, ideales para ver el atardecer con música en vivo.

La mezcla entre tradición y modernidad hace que Canggu conserve templos y arrozales en sus alrededores, ofreciendo un contraste único. Aquí es posible pasar la mañana practicando yoga, la tarde surfeando y la noche disfrutando de cocina internacional en restaurantes de tendencia. Canggu es, sin duda, el lugar donde el espíritu balinés se reinventa sin perder su esencia.


Islas Gili: el paraíso sin coches cerca de Bali

Aunque técnicamente pertenecen a Lombok, las Islas Gili son un complemento perfecto para cualquier viaje a Bali. Gili Trawangan, Gili Air y Gili Meno ofrecen arenas blancas, aguas cristalinas y una atmósfera libre de coches, donde la bicicleta y el carro de caballos son los medios de transporte. Cada isla tiene su personalidad: Trawangan es vibrante y festiva, Air combina tranquilidad con algo de vida nocturna, y Meno es pura calma.

El buceo y el esnórquel son actividades imprescindibles en las Gili, con arrecifes repletos de tortugas y peces tropicales. Las puestas de sol frente al volcán Agung, vistas desde la orilla, son uno de los recuerdos más bellos que uno puede llevarse de Indonesia. Su ambiente relajado y la hospitalidad local las convierten en un pequeño paraíso que enamora a primera vista.

Conclusión: los mejores lugares que ver en Bali en tu próximo viaje

Bali es una isla que combina cultura, naturaleza y experiencias únicas, y cada uno de sus rincones ofrece algo especial. Desde el arte y la espiritualidad de Ubud, las olas legendarias de Uluwatu y los paisajes de Tegalalang, hasta la tranquilidad de Lovina, la esencia tradicional de Candidasa y la energía cosmopolita de Canggu, la isla ofrece un viaje lleno de contrastes. Y si buscas un paraíso aparte, las cercanas Islas Gili son la guinda perfecta con sus playas de ensueño y su ambiente relajado.

Planificar un itinerario que incluya estos destinos te permitirá conocer el Bali más auténtico y variado. No importa si buscas aventura, relax, surf, cultura o gastronomía: esta selección de lugares imprescindibles te garantiza un viaje inolvidable, cargado de momentos que querrás revivir una y otra vez.

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